La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) lanzó un informe sobre la desoxigenación de los océanos, el resultado de las cianobacterias que se han presenciado en las últimas temporadas en Uruguay.
El informe, titulado «La desoxigenación de los océanos: un problema de todos. Causas, impactos, consecuencias y soluciones», plantea que las actividades que ha desarrollado la humanidad han tenido un impacto severo en la desoxigenación de las aguas en todo el mundo,
Relevamos alguna de las partes más importantes de este informe, que se puede encontrar haciendo click aquí.
Ya sabemos que el dióxido de carbono que emiten las actividades humanas está dando lugar a condiciones de mayor acidez en el océano –el llamado fenómeno de la acidificación de los océanos, y que las temperaturas de los mismos han sido afectadas considerablemente como consecuencia del efecto que el dióxido de carbono y otros potentes gases de efecto invernadero están teniendo en la atmósfera de la Tierra.
Sin embargo, este informe muestra que el calentamiento del agua de los océanos y su acidificación progresiva no son en modo alguno las únicas consecuencias importantes a escala mundial de las emisiones de gases de efecto invernadero en el ámbito marino. Desde hace algunas décadas se sabe que la escorrentía de nutrientes de la agricultura ocasiona que se formen zonas sin oxígeno en el mar, ya que el oxígeno vital se agota en la columna de agua y en el fondo del mar. Sin embargo, no se ha podido establecer la verdadera escala de las causas y repercusiones del fenómeno llamado “desoxigenación de los océanos”.
Según este documento, la desoxigenación de los océanos altera el equilibrio de la vida, «favoreciendo a las especies tolerantes a la hipoxia a expensas de las sensibles a la hipoxia». La pérdida de oxígeno se atribuye en general a «la eutrofización como resultado de la escorrentía de nutrientes de la tierra y la deposición de nitrógeno por la quema de combustibles fósiles, y el calentamiento de las aguas de los océanos debido al cambio climático, que provoca sobre todo un cambio en la ventilación con la atmósfera suprayacente y una menor capacidad de retención de oxígeno soluble».
Por otra parte, «el calentamiento atmosférico resultante de las emisiones de gases de efecto invernadero que se produce en el agua del océano está provocando grandes cambios en la composición física y biológica del mar. Las dos causas también interactúan; la pérdida de oxígeno inducida por el calentamiento causa una hipoxia impulsada por la eutrofización en las zonas costeras y puede contribuir al aumento dramático de la hipoxia costera. La combinación de hipoxia inducida por la eutrofización, que puede revertirse con relativa facilidad y rapidez si se adoptan las medidas necesarias, y la hipoxia debida al calentamiento climático, que no puede revertirse fácilmente –si es que puede revertirse–, está provocando el surgimiento de la desoxigenación de los océanos como un nuevo problema de importancia mundial«.
El calentamiento de los océanos y su desoxigenación y acidificación son los principales “factores estresantes” de los sistemas marinos y suelen ocurrir conjuntamente porque comparten una causa común. De esto a que florezcan las cianobacterias que conocemos de las costas uruguayas, pero que también florecen en otras partes del mundo, como por ejemplo, el Mar Báltico, que junto al Mar Negro tienen un bajo contenido de oxígeno.
El informe plantea que «cualquier desviación de los niveles normales de oxígeno en el océano puede suponer un desafío para especies que han evolucionado y se han adaptado a la disponibilidad de ciertos niveles de oxígeno para su vida diaria».
Zonas afectadas:
Los efectos de la desoxigenación de los océanos de un vistazo:
Pérdida de biomasa
• Mortalidad directa de especies pesqueras
• Mortalidad directa de especies de presa
• Reducción del crecimiento y la producción
• Reducción de la captación
Pérdida de biodiversidad
• Mortalidad de especies sensibles
• Diversidad reducida
• Mayor susceptibilidad a enfermedades y otros factores estresantes
• Menor complejidad de la cadena alimentaria
Pérdida de hábitat
• Hacinamiento de organismos en hábitats subóptimos
• Mayor riesgo de mortalidad por depredación natural y presión de pesca
• Salida forzada del hábitat preferido
• Rutas de migración alteradas o bloqueadas
Energía y ciclos geoquímicos alterados
• Mayor flujo de energía a través de microbios
• Producción de sulfuro de hidrógeno tóxico
• Liberación de fósforo y otros nutrientes de sedimentos que alimentan las floraciones de algas
• Pérdida de la desnitrificación